Ruta de los Faros de Galicia en Ría de Muros Noia
Las propuestas de la mayor ruta de Galicia
Un circuito que, entre Ribadeo y A Guarda, discurre por todos los faros, puertos, lonjas, actividades de turismo marinero, hoteles con encanto y, por supuesto, los mejores restaurantes para degustar los pescados y mariscos de nuestro mar. Un proyecto de los Grupos de Acción Local del Sector Pesquero de Galicia y de su marca turística MarGalaica.
En la Ría de Muros Noia solamente contamos con dos elementos que merezcan la denominación de faros: el de Monte Louro y el de Rebordiño. Ello se debe a que la navegación en la ría siempre ha sido segura (a diferencia de la vecina Costa da Morte) y la señalización de la misma queda bien definida en el norte por el vecino Faro de Lariño (Carnota) y al sur por el de Corrubedo (Ribeira). Contamos eso sí, con otro buen número de señales lumínicas: en el espigón y en el dique del puerto de Muros, en la Isla da Creba, en el dique exterior y en los dos extremos del puerto de O Freixo, al norte y al sur de Noia y en Testal.
Visitemos nuestros dos faros, de los que hablamos a continuación, y aprovechemos para conocer todo lo que la ruta dos faros nos ofrece en esta ría, tanto lugares inolvidables como escenarios para hacerse un selfie y, por supuesto, restaurantes donde consumir los productos recomendados por MarGalaica, muchos de ellos con el distintivo Km. 0. para ello, nada como visitar su página web: www.rutadosfaros.gal.
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Faro de Rebordiño
A tan solo unos 8 kilómetros del faro de Monte Louro encontramos este otro faro, el de Rebordiño. Comparte con aquel una altura similar de algo más de 8 metros y una linterna octogonal. En este caso la luz los diferencia claramente, siendo roja la de Rebordiño. La construcción también es muy diferente, el de Monte Louro tiene la torre centrada en el edificio, mientras que en Rebordiño se encuentra adosada lateralmente, lo que le da un aspecto muy curioso.

Faro Monte Louro
Situado en Punta Queixal, el faro de Monte Louro es una robusta construcción de 8 metros de altura. Está situado en la boca de la ría de Muros Noia, no en la cima del monte, como podríamos esperar, sino en su ladera, levantando su linterna octogonal solamente 27,5 metros sobre el nivel del mar. Es obra de Celedonio de Uribe y fue inaugurado en 1862. Su visita es parte obligada de un recorrido en torno al mítico monte.