Museo Mineiro de San Finx
Una oportunidad extraordinaria de viajar en el tiempo y en la memoria de un pueblo
La recreación de un poblado minero, con espacios museísticos y un gran respeto por las historias personales conforman un espacio único, que te permitirá viajar en el tiempo a través de la historia de la minería, descubriendo todos sus vaivenes, sus contrastes, sus períodos febriles y con el denominador común del esfuerzo de unas personas por obtener el valioso mineral desde las profundidades de la tierra. Sin duda nos encontramos ante uno de los más curiosos productos de turismo industrial de Galicia.
El yacimiento minero de San Finx está presente en la historia universal de la minería desde la Edad del Bronce, con un papel esencial en el comercio de los fenicios. En la baja Edad Media sigue constatándose la explotación del estaño, probablemente destinado a los talleres de orfebres de estaño y plata en Santiago de Compostela. Pero es la finales del siglo XIX cuando San Finx adquiere mayor relevancia histórica con la creación de la sociedad de capital británico The San Finx Tin Minies Limited: la primera explotación de volframio iniciada en España y unas de las primeras de Europa. La explotación dispone de las instalaciones técnicas más avanzadas y llega a darles trabajo estable a 400 personas. En 1940, la mina pasa a ser propiedad de la empresa de capital español Industrias Gallegas S.A. En la II Guerra Mundial, con la llamada fiebre del volframio, San Finx se convierte en un foco industrial de interés estratégico. Tras la guerra, la producción se normaliza, manteniéndose hasta el año 1990, en el que se suspende la explotación, retomándola en 2015.
El depósito de San Finx fue declarado como Punto de Interés Geológico por el Instituto Geológico Minero de España. Además su entorno representa un espacio natural de gran belleza e interés biológico. Se trata de un espacio constituido por filones de cuarzo que se extienden a lo largo de unos dos kilómetros. Su composición indica temperaturas de formación relativamente bajas (200ºC a 300ºC) y posee una riqueza en estaño y volframio poco frecuente en depósitos europeos.
Respeto del patrimonio industrial minero, San Finx consta de un conjunto de labores, equipamiento e instalaciones que reflejan la evolución de la mina en más de un siglo de actividad. Destacan, además de las labores superficiales de tiempos antiguos y los pozos más recientes, los elementos constructivos conservados (almacén, lavadero gravimétrico, edificio de compresores y enganche eléctrico, entramado del pozo nuevo…). En esta arqueología industrial, hace falta señalar también la existencia de equipos, algunos en perfecto uso, como separadoras magnéticas de bandas cruzadas, horno de fundición de estaño o compresor, entre otros.
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